Realidad nacional, democracia y formación ciudadana: Estatales lanzan serie de cápsulas educativas con participación de académicos/as de todo el país
agosto 17, 2022“De Clausewitz a Crick”. Columna de Juan José Salinas, Académico Facultad de Educación U. de Antofagasta
septiembre 5, 2022En este momento, el trabajo en Formación Ciudadana en la UFRO tiene como centro el desarrollo de la propuesta formativa (ya en su segunda versión) en la forma de una asignatura (llamada “Ciudadanía activa para la vida en democracia”) la que incorpora varias actividades que acercan a las y los estudiantes a la democracia y la vida como ciudadanas/os.
Además, ya está zanjada la generación de un Encuentro de Ciudadanía a fines del 2022 en la U. de la Frontera. Este encuentro triestamental tiene como fin la generación de un Decálogo de Ciudadanía para el plantel.
En esta entrevista, Gustavo Troncoso, integrante de la Mesa Técnica de Formación Ciudadana del CUECH explica los orígenes y fundamentos del trabajo en el proyecto de Ciudadanía de la UFRO. además de adelantar objetivos y desafíos futuros.
¿Cómo surge el trabajo específico en ciudadanía dentro de la UFRO y cómo lo llevaron hasta este nivel de desarrollo?
Al hablar de ciudadanía hay varios elementos aislados que ocurren dentro de la universidad y llevan varios años desarrollándose, en ciudadanía. Sin embargo lo que desde este punto proponemos es convocar a diversos actores representativos de la UFRO para ponernos de acuerdo en temáticas de ciudadanía, y poder propiciar una cultura de desarrollo ciudadano con un poco más de fuerza. Desde ahí emerge esta iniciativa, desde la vicerrectoría de pregrado específicamente, de levantar una comisión ciudadana interfacultad. Esa comisión la coordina mi persona. Y trabajamos con distintos docentes que, de manera voluntaria, decidieron participar para poder levantar tres acciones con fuerza, de las cuales dos son están más cerca de ser desarrollada, con una tercera acción que se proyecta con fuerza para el próximo año.
Dentro de las dos primeras acciones tenemos una propuesta formativa de Formación Ciudadana, la cual ya va en su segunda versión y se materializa como una asignatura de formación general para todo el pregrado UFRO, que tuvo su instancia piloto el semestre anterior, y esa asignatura tiene un enfoque interdisciplinario, participan distintos expertos en ciudadanía y tiene 18 clases, donde se tocan tres temáticas centrales que emergen de un levantamiento de información que se hizo durante 2020-2021.
Estas temáticas están principalmente orientadas a entender el concepto de ciudadanía, hablamos un poco de participación desde donde se abordan temáticas como participación institucionalizada, democracia, derechos humanos e interculturalidad. Son los mismos elementos que la muestra arrojó como necesarios. Finalmente hay una propuesta en marcha orientada a la ciudadanía activa donde tratamos de incorporar agrupaciones estudiantiles como actores formativos, vale decir, al mismo nivel que los docentes que participan, entendiendo que no tienen el desarrollo académico todavía, pero sí tienen mucho que decir en cuanto a la práctica y el ejercicio de promover la actividad dentro de lo que implica ser un/a ciudadano/a.
Como ya tuvimos esa versión piloto, este año se está aplicando con mayor fuerza y seguridad, porque hay muchos elementos que ya sabemos cómo ejecutar, está mucho más articulado, conversado y hay más diálogo en cuanto a los contenidos, entre los mismos docentes.
Es un trabajo bastante enriquecedor, que parte mucho desde la voluntad, pero también tiene un aspecto administrativo que tiene que ver con el reconocimiento de esto dentro de la carrera docente de los/as profesores/as y también algún reconocimiento a las agrupaciones estudiantiles que participan.
Como asignatura, ojalá el día de mañana pudiera ser una asignatura sello, y estar inserta en todos los planes de estudio de pregrado, esa sería nuestra meta final. Las voluntades están, pero también hay que avanzar en el camino de lo que te permiten las políticas de formación, nosotros ahora estamos en la implementación de un modelo educativo. Finalmente, esto conversa con la política del modelo educativo pero son instalaciones a mediano plazo, y por el momento estamos mejorando esta experiencia piloto y avanzando en ese sentido.
Incorporar a estudiantes como formadores es una acción súper significativa, ¿de qué manera las agrupaciones estudiantiles participan de las instancias formativas?
Las organizaciones con las que trabajamos presentan un nivel súper alto de organización y tienen muy buena disposición. Hubo un llamado.
Primero tuve una vuelta con todas las organizaciones estudiantiles, a las que tuve que contactar para levantar información con ellos y dejé la puerta abierta para participar, algo que muchos quisieron –trabajar en las propuestas formativas. En este caso hay dos organizaciones que trabajan con mayor fuerza: una es de protección de los derechos de la infancia, y otra que promueve la acción medioambiental universitaria. Estas organizaciones trabajan el potencial político humano, entonces trabajamos a nivel teórico y luego tenemos una salida a terreno donde tratan de poner ese conocimiento en práctica.
Este trabajo con estudiantes es un espacio único de interacción con ese estamento en el contexto universitario nacional…
En el levantamiento de información, lo que pude observar es que existe una brecha comunicacional y una brecha de participación. Efectivamente, los estudiantes decían “nosotros no somos considerados”. Quisimos saber en qué, y nos dijeron “no nos toman en cuenta para conversar”, entre otras cosas. Hay mucho distanciamiento entre el mundo académico, la rectoría y las/os estudiantes. Entonces decidimos propiciar escenarios para acortar un poco esta brecha. A la hora de generar este escenario algunos estudiantes sintieron como esto iba en serio. Eso los motivó mucho para participar, obviamente hay muchos aspectos que mejorar, como poder otorgarle alguna certificación a quienes participan, que es algo que está en carpeta actualmente.
Desde tu lugar coordinando la puesta en marcha de esta iniciativa, ¿cuáles consideras que son las ventajas de que sea un trabajo interfacultad? ¿cómo se articula ese trabajo?
En este momento hay tres facultades: la de educación, la de ciencias sociales y la de humanidades participando con representatividad. Por otro lado está la vicerrectoría de pregrado y la Escuela de Derecho que es parte de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales. Es relevante para nosotros ir viendo cómo mañana podemos consolidar de forma más firme esta comisión interfacultad y que quede instalada en el tiempo para poder llegar a otras facultades del área de las ciencias o la ingeniería, que son un desafío en el camino de acortar las brechas.
Es un trabajo súper enriquecedor. Las acciones y las iniciativas emergen de la DIPRE, también de mí, pero son discutidas con distintas miradas, y hay un aporte súper grande con respecto a cada una. Las/os académicas/os que están ahí tienen mucha trayectoria y saben mucho en sus respectivas áreas, lo que enriquece bastante el diálogo, hay una conversación bastante consolidada que también da cuenta de la falta de diálogo que existe dentro de la universidad y que nosotros como comisión queremos propiciar. Hay aspectos en común que nos unen, un objetivo común, pero también hay diferencias y es ahí donde queremos avanzar para poder ampliar la calidad de ese diálogo.
Este trabajo en Formación Ciudadana emana desde un mandato a partir de la Ley de Educación Superior, donde las Universidades están llamadas a generar estos espacios. ¿Cómo crees que este trabajo aporta al cumplimiento de ese propósito?
Aporta porque hay un acuerdo político general desde la esfera pública, como política pública, de querer avanzar en determinadas materias. El hecho de que se pueda operativizar algo que está en la Ley, que suelen quedar entrampadas por ser muy amplias, nosotros vemos que los proyectos en red y los proyectos FRO que ya se materializan como proyectos ETHOS, están teniendo sus primeros frutos, que permiten operativizar los principios y valores que se buscan desarrollar a partir de ese acuerdo nacional.
Estas instancias de trabajo concretizan estos acuerdos y hay valores que están de por medio, valores en disputa y en evolución, y de esa manera podemos avanzar e instalar un diálogo.
A partir del pilotaje que están desarrollando, ¿crees que es posible establecer un modelo para ser replicado en otras universidades del sistema?
Como modelo de enseñanza, lo que estamos buscando como tercera acción es trabajar en un libro, dentro del cual hay una propuesta para generar un modelo de enseñanza de la formación ciudadana para la educación superior. A partir de esta misma propuesta formativa, quisiéramos expresar por escrito, en un capítulo de rigor científico, nuestra experiencia en estas instancias y que sea una herramienta para el Ministerio de Educación y otras universidades que quisieran seguir esa misma línea, o considerarla como ejemplo y trabajar sobre ella. Desde ahí pensamos que puede ser un aporte.